acero galvanizado de espiga
El acero galvanizado con brillo representa un logro metalúrgico sofisticado que combina durabilidad con atractivo estético. Este acero especializado pasa por un proceso de galvanizado por inmersión en caliente en el cual se aplica zinc fundido a la superficie del acero, creando un patrón cristalino distintivo conocido como brillos. El tamaño y la apariencia de estos brillos pueden controlarse mediante una manipulación cuidadosa de las tasas de enfriamiento y la composición química. El recubrimiento resultante proporciona una resistencia excepcional a la corrosión manteniendo la integridad estructural del acero base. Durante el proceso de fabricación, el acero pasa a través de un baño de zinc fundido a temperaturas cercanas a los 450 °C, permitiendo que el zinc se enlace metalúrgicamente con el sustrato de acero. Esto crea múltiples capas de aleaciones de zinc-hierro, rematadas con una capa exterior de zinc puro que forma el patrón característico del brillo. Generalmente, el espesor del recubrimiento varía entre 20 y 100 micrones, dependiendo de la aplicación prevista. Este material versátil encuentra usos extensos en la construcción, la fabricación automotriz y aplicaciones industriales donde son esenciales tanto las propiedades protectoras como el atractivo visual.